Totana cuenta desde la semana pasada con un sistema piloto y experimental de detección de infracciones en los semáforos de la Calle Alhama

Para controlar a los conductores que se pasen semáforos en rojo

Totana cuenta desde la semana pasada con un sistema de detección de infracciones en los semáforos de la calle Alhama que permite controlar a aquellos conductores que se salten los semáforos en rojo, con el objetivo de conseguir una mayor seguridad vial en el tráfico rodado de la zona y en los accesos al barrio de El Parral.

Según informan fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana y Movilidad, se trata del proyecto denominado "Sicam Red Light", instalado de forma experimental en los semáforos de esta intersección urbana, y cuyo coste es totalmente gratuito para las arcas municipales.

Este sistema de detección inteligente de infracciones de semáforo en rojo ya está en marcha en algunos puntos negros de ciudades como Ávila, Murcia, Alicante, Valladolid, Lorca o Madrid, entre otros.

En el caso de Totana, este sistema se ha instalado en uno de los puntos más conflictivos y con más tráfico de la ciudad, donde además confluyen vehículos a zonas comerciales e infraestructuras deportivas; y se da la circunstancia de que es una zona donde se detecta una mayor desobediencia a las indicaciones semafóricas por parte de los conductores, según fuentes policiales.

Este sistema genera una prueba documental cuando detecta la infracción, que permitiría al Ayuntamiento generar la correspondiente sanción, aunque desde la Concejalía se asegura que la finalidad del equipo no es recaudatoria sino que se trata de una experiencia piloto que, de forma experimental y gratuita, ayudará a mejorar la seguridad en esta zona del casco urbano, no sólo de cara al tráfico sino también para los peatones.

Su colocación permitirá incrementar la seguridad en esta intersección semafórica y reducir, por lo tanto, el número de accidentes.

Desde la Concejalía se aclara que al estar el dispositivo en pruebas durante los próximos quince días no se impondrán sanciones y, durante este tiempo, la empresa elaborará un informe y a partir de entonces el Consistorio decidirá si lo aplica definitivamente o no.