La alcaldesa solicita al presidente de la CHS retomar el proyecto de la presa de Lébor

con el fin de evitar los daños ocasionados por los temporales de lluvias torrenciales

La alcaldesa de Totana, Isabel María Sánchez, se ha reunido recientemente con el presidente de Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, con el fin de impulsar la reactivación del proyecto de la presa de Lébor y evitar con esta infraestructura los daños ocasionados a consecuencia de las lluvias torrenciales.

La regidora trasladó, acompañada del edil de Agricultura, Diego Muñoz, el acuerdo plenario del Consistorio correspondiente a la sesión última de octubre, en la que se aprobó, por unanimidad, solicitar al organismo de cuenca la construcción y encauzamiento de la presa de Lébor para evitar la incidencia de avenidas por los efectos de estos temporales y posibilitar el reaprovechamiento de caudales.

Sánchez explicó que las cuencas en régimen hidráulico natural, como es el caso de Totana, ofrecen elementos de riesgo que pueden tener consecuencias para la población y sus bienes. Entre éstas, la zona que abarca la rambla de Lébor suele provocar cuantiosos daños sobre el campo totanero.

Los corporativos acordaron que la CHS retome el proyecto de construcción de la presa de Lébor con el fin de reducir la incidencia de los caudales de de avenidas provenientes de las subcuencas laterales de la cuenca alta y media del río Guadalentín, sobre las vegas de Lorca y Totana, en concreto aquéllas producidas por la rambla de Lébor, aguas abajo del cruce de la autovía A-7.

De hecho, existe una partida de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 que ronda los 75 millones de euros destinado para la ejecución de infraestructuras de esta naturaleza en la Región.

Recogida pluviales para su aprovechamiento

El Ayuntamiento, la Comunidad de Regantes de Totana y la Comunidad Autónoma quieren impulsar los proyectos de construcción de varios embalses que recogerían las aguas de las ramblas del Cementerio, La Santa y Las Peras, que atraviesan el casco urbano, y que permitiría su aprovechamiento para el riego de cultivos en Totana.

En principio, el Consistorio cedería los terrenos para la ejecución de las infraestructuras que financiaría la Comunidad de Regantes, que sería el órgano comunero que utilizaría las pluviales para riego; y contaría con la colaboración de la Consejería de Agricultura y Agua, que asumiría el coste de los entronques del proyecto.

Estos proyectos tienen la doble finalidad de evitar los daños acaecidos de forma cíclica por efecto de las lluvias torrenciales a causa del desbordamiento de las ramblas, y posibilitar su consiguiente almacenamiento para reaprovechamiento hídrico en las zonas agrícolas de Totana.