El alcalde de Totana, José Martínez Andreo, los concejales de Participación Ciudadana, Juan Carrión Tudela, y Juventud, Josefa María Sánchez, y el coordinador del proyecto, "Vacaciones en Paz" han realizado una recepción institucional para dar la bienvenida a los siete niños saharauis procedentes de los campamentos de Tindouf, que son acogidos desde el pasado 1 de julio por seis familias del municipio.
Esta acción solidaria se enmarca en el programa "Vacaciones en paz", que se viene realizando en el municipio desde hace más de diez años gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Totana, está dirigido a familias que quieran compartir su vida con menores que nacieron en ambientes desfavorecidos procedentes del Sáhara acogiéndolos durante los meses de verano en sus domicilios.
Con la puesta en marcha de este proyecto "Vacaciones en paz", según ha explicado Carrión Tudela se pretende alejar a los menores de las duras condiciones de vida en los campamentos de refugiados durante el verano, proporcionarles la oportunidad de disfrutar y vivir durante dos meses en un ambiente diferente al de la tensión permanente derivada de la situación de guerra y refugio a la que se ven sometidos, facilitarles durante su estancia la superación de carencias de salud y alimentación y enriquecer sus conocimientos de español, entre otras cosas.
El coordinador de este proyecto ha agradecido el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento que año tras año viene apoyando esta iniciativa, y la concejal hizo un llamamiento a la solidaridad y sensibilización de la población en relación con la problemática de estos niños para favorecer su acogida.
Por su parte, el alcalde de Totana ha destacado que "contribuir a concienciar a la población de Totana de la necesidad de ser solidaria con la situación de otros pueblos menos afortunados", es uno de los principales objetivos del Ayuntamiento de Totana.
Así, ha manifestado su satisfacción por poder contribuir con este proyecto ya que, "recibir a estos niños durante los meses de julio y agosto, constituirá un valioso gesto de solidaridad para con las familias que forman parte de un pueblo hermano, y cuyas gentes sobreviven en condiciones durísimas".
Por último, las autoridades municipales procedieron a la entrega de unos obsequios a los siete niños saharauis.