La Unión de Agricultores y Ganaderos del Bajo Guadalentín (COAG) quiere recordar que en la última Junta Rectora del Parque de Sierra Espuña COAG y APESE se opusieron a la demolición de las barbacoas situadas en el interior del Parque de Sierra Espuña que en algunos casos se habían construido hace pocos años con presupuestos de varios cientos de miles de euros porque la demolición supone que no se puedan utilizar ni en verano como todo el mundo puede entender ni en invierno, a pesar de que entre octubre y marzo el riesgo de incendio es mínimo.
Según Isidoro Cayuela, Presidente de COAG "Aunque ahora solo desaparecen las barbacoas de la Balsa Grande, la intención de Medio Ambiente es demolerlas todas, como es el caso de otras tan utilizadas y emblemáticas como las situadas en el paraje del Ángel y el del Grifo de las monjas, en el entorno del Santuario de La Santa de Totana, que están dentro del Parque de Sierra Espuña".
Según Isidoro Cayuela "Es comprensible a cualquiera que se prohíba usar las barbacoas en el verano por el riesgo de incendios. Pero es muy difícil de entender que los mismos ingenieros que han autorizado hace pocos años inversiones de varios cientos de miles de euros en algunas de esas barbacoas, que ahora se pretenden demoler, pretendan desde un despacho privar a miles de ciudadanos de Totana y el entorno de Sierra Espuña y de toda la Región, del uso público del Parque de Sierra Espuña y de las barbacoas existentes en lugares tan emblemáticos como el Grifo o el Ángel en La Santa, en los meses de noviembre-diciembre-enero o febrero, impidiendo a miles de personas que no tienen una vivienda en la zona, disfrutar del entorno de La Santa y del Parque de Sierra Espuña, donde decenas de miles de personas han participado en la tradición y el rito de cocinar miles de paellas o asado miles de kilos de carne, que ahora, por decreto, se pretenden reconvertir en bocadillos, ensaladas o comida fría".
"Mientras tanto continua manifestando el Presidente de COAG del Bajo Guadalentín se amplía hasta diez personas el retén de la cuadrilla contraincendios del Parque de Sierra Espuña. Y de los cuatro meses del verano iniciales que operaba ese retén, se amplía a todo el año, con un coste en torno a cien millones de las antiguas pesetas, que pagamos con nuestros impuestos todos los ciudadanos. Ciudadanos y vecinos a los que se les priva de un tradicional uso público del entorno de La Santa y del Parque de Sierra Espuña, por la arbitraria decisión de unos dirigentes de Medio Ambiente e Ingenieros de despacho a los que se le han subido los humos y, que creen que el entorno de La Santa y el Parque de Sierra Espuña es su cortijo particular. Y que nadie tiene derecho a disfrutarlo como se ha hecho los últimos cien años. Por cierto que sin prácticamente ningún incendio".
"Sin embargo según Isidoro Cayuela esos mismos Técnicos dirigentes de Medio Ambiente, que tanto celo demuestran en restringir el uso y disfrute tradicional del Parque Natural por todos los ciudadanos, amparándose en la excusa del riesgo de incendios; se han puesto la venda en los ojos y se han tapado la nariz, ante los olores nauseabundos y los vertidos de aguas fecales, el riego con estas aguas de cultivos agrícolas de La Santa, o la grave e irreversible contaminación del suelo con productos químicos y metales pesados, que se han producido y en parte aún se están produciendo por los vertidos de aguas fecales de la supuesta depuradora de aguas de La Santa. Depuradora dirigida por el Ayuntamiento de Totana, cuyas consecuencias, olores y vegetación provocada por esos vertidos, son perceptibles por cualquier persona que ha visitado o visita La Santa o que simplemente haya pasado o pase por la carretera hacia Aledo".
Y termina manifestando el Presidente de COAG del Bajo Guadalentín, que " de estas decisiones y encubrimientos de graves irregularidades son responsables los mismos Ingenieros y directivos del Parque de Sierra Espuña que se han demostrado incompetentes para evitar o al menos indemnizar los cuantiosos daños que el arruí del Parque y la Reserva, están produciendo en la última década y especialmente en un año de rabiosa sequía como este, a cientos de agricultores en los cultivos privados del interior y el entorno del Parque de Sierra Espuña. Los mismos que emplean el dinero de todos en diseñar una campaña publicitaria que pretende justificar la eliminación de las barbacoas y cambiar los hábitos alimenticios de los miles de visitantes de La Santa y el Parque, convenciéndoles de que disfruten de la naturaleza comiendo solo alimentos y bebidas frias, bajo el eslogan "coma con humor y no con malos humos". A lo que a mí solo se me ocurre contestarles que, con que con la gestión tan desafortunada que están haciendo con asuntos como los daños del arruí y la restricción del uso público y la eliminación de las barbacoas y las comidas tradicionales en el entorno de La Santa y del Parque de Sierra Espuña; se están enfrentando cada día con más ciudadanos y agricultores a los que todo lo relacionado con el Parque y con Medio Ambiente, lo que hace es indignarnos y subirnos los humos y ponernos de mal humor"