El Ayuntamiento de Totana celebra un acto institucional y lectura de manifiesto para conmemorar el vigésimo aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal de Ermua

El Ayuntamiento de Totana celebró ayer un acto institucional y lectura de manifiesto para conmemorar el vigésimo aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal de Ermua (Vizcaya), con motivo de los actos promovidos estos días dentro de la denominada "Semana de la Fuerza de la Memoria".

Esta iniciativa se ha celebrado durante esta semana para conmemorar el vigésimo aniversario del secuestro y asesinato a manos de ETA del que fuera concejal vasco, y con el objetivo de defender y mantener los valores de todas las víctimas del terrorismo y su dignidad.

El alcalde, Andrés García, y representantes de todos los grupos municipales de la Corporación municipal participaron en este sencillo acto que se celebró en el salón de plenos municipal, en el que un miembro de cada grupo dio lectura a una parte del manifiesto remitido por la Fundación Miguel Ángel Blanco.

Con esta iniciativa se pretende también dar respuesta al acuerdo plenario de julio del pasado año de promover una semana cultural por la libertad, el pluralismo político y la democracia constitucional.

El Pleno aprobó hace un año una iniciativa del Grupo Municipal Popular y sumarse al programa "Semana de la Fuerza de la Memoria. Miguel Ángel Blanco y Víctimas del Terrorismo. La conciencia despierta", al que se han sumado durante esta semana, con diferentes actos, más de un centenar de ayuntamientos de toda España.

Además, en Totana, durante esta semana ha tenido lugar la narración de cuentos y talleres de expresión realizada por los participantes de las Escuelas de Verano, basados en los valores y principios de paz, tolerancia y derechos humanos.

Además, del 10 al 14 de julio, se ha promovido un espacio con una selección bibliográfica en la biblioteca municipal "Mateo García" sobre las víctimas del terrorismo y los derechos humanos.

De igual modo, se va a iniciar el expediente para denominar una calle o espacio público de Totana con el nombre "Víctimas del terrorismo", dando cumplimiento a un acuerdo plenario de febrero del año 2008.

Asimismo, el próximo otoño la Concejalía de Cultura tiene previsto invitar a algún representante de la Fundación Miguel Ángel Blanco o la Asociación Víctimas del Terrorismo con el fin de llevar a cabo una ponencia sobre la estela de compromiso y humanidad de este político vasco.

Espíritu de Ermua

Miguel Ángel Blanco padeció la macabra amenaza de ETA el 12 de julio de 1997 en Lasarte donde sufrió dos disparos en la nuca, falleciendo un día después en el hospital guipuzcoano de Nuestra Señora de Aranzazu, después de que hubiera sido secuestrado en la estación de tren de Eibar cuando se trasladaba a su puesto de trabajo.

Blanco era concejal de Ermua y fue asesinado después de que el Gobierno de España no cediera al chantaje de ETA de acercar a los presos de esta banda terrorista al País Vasco. Durante las últimas 48 horas de su vida, la sociedad española se unió en contra del terrorismo iniciando una movilización social multitudinaria sin precedentes y nació una fuerza invisible contra el fanatismo y la dictadura del terror que se denominó el "espíritu de Ermua".

MANIFIESTO DEL XX ANIVERSARIO MIGUEL ANGEL BLANCO, LA CONCIENCIA DESPIERTA.

Hace 20 años el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco produjo conmoción social en toda España, aquellos días de julio de 1997 son parte de nuestra memoria colectiva como país.

Millones de españoles recordamos con detalle esas 48 horas como un clamor ciudadano de denuncia por el secuestro de un inocente, de exigencia de su liberación y de consternación por su asesinato a manos ETA.

Le arrebataron la vida a un hombre joven por defender la democracia y el derecho a sentirse vasco y español sin complejos. Miguel Ángel era un buen hijo, un buen hermano, un buen amigo de sus amigos y un ciudadano comprometido con su municipio, Ermua. La ofensiva de ETA de aniquilar a los representantes políticos constitucionalistas daba un paso más en su carrera criminal.

Salimos a las calles para mostrar nuestra repulsa, nos mantuvimos en vela, rezamos, nos manifestamos, estuvimos pendientes de los medios de comunicación. Les exigimos piedad y un mínimo de cordura, no podrían ejecutar su amenaza ante la movilización de más de seis millones de ciudadanos que llenaron las calles y las plazas de numerosos municipios españoles.

El ejemplo de los vecinos de Ermua, el acuerdo de todos los partidos democráticos y de las instituciones y la claridad y firmeza de un gobierno que no cedió al chantaje impuesto por la banda, nos mantuvo unidos, comprometidos con la Vida y la Libertad ante los fanáticos de la identidad, ante los cómplices necesarios de tanta barbarie que habían causado durante casi treinta años miles de víctimas.

Cumplieron su amenaza e hicieron lo que saben hacer: asesinar. Una marea de indignación recorrió España. Nació una nueva conciencia ante el terrorismo: el Espíritu de Ermua, que asentó las bases de la mejor y más eficaz política antiterrorista: la que defiende que tiene que haber vencedores: las víctimas, la sociedad democrática y el Estado de derecho y que tiene que haber vencidos: los terroristas y sus cómplices.

Nació una nueva conciencia a favor de las víctimas del terrorismo, en la mirada inocente de Miguel Ángel Blanco se simbolizaba todo el horror de ETA y el hartazgo de una sociedad hasta entonces atenazada por tantos crímenes cometidos. Nació la exigencia social de firmeza democrática ante ETA.

Han pasado 20 años. Hemos vencido policialmente a ETA gracias en especial al trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y también a la concienciación social, al ejemplo de las víctimas, a la unidad política y la colaboración internacional. Pero todavía queda mucho por hacer:

- Esclarecer los cientos de crímenes sin resolver y responder al derecho a la Justicia que las víctimas reclaman.

- Seguir exigiendo que ETA se disuelva, reconozca el mal causado y la imposibilidad de su proyecto totalitario por antidemocrático y por estar manchado con el dolor y el sacrifico de miles de ciudadanos.

- Denunciar la legitimación del terrorismo que en el País Vasco y Navarra sigue siendo noticia habitual con actos y declaraciones de miembros de partidos y organizaciones que justifican o relativizan el terrorismo.

-Asentar un relato compartido basado en la Verdad, la Dignidad, la Memoria y la Justicia que neutralice la estrategia de blanqueo histórico de ETA que algunos quieren imponer a toda la sociedad.

- Perseverar en el significado ético y político de las víctimas del terrorismo y hacer llegar su testimonio y su valor democrático a los más jóvenes, como un legado de todos los españoles de bien.

Miguel Ángel Blanco despertó nuestra conciencia, es un símbolo de concordia porque nos hizo comprender que la Libertad hay que ganarla, conquistarla, cuidarla y defenderla ante los enemigos de la convivencia, de la pluralidad ideológica, de los derechos éticos y políticos que tanto nos ha costado conseguir.

Evocamos a Miguel Ángel Blanco y de forma inmediata surge un sentimiento de rebeldía frente a los totalitarios, y también una profunda empatía y reconocimiento hacia su figura y la de todas las víctimas del terrorismo.

Este simbolismo fecundo que nos honra como ciudadanos de un país libre es lo que conmemoramos hoy aquí, desde el compromiso de no olvidar, de no rebajar nuestras exigencias democráticas frente a todos los terrorismos y terroristas que pueden acecharnos. El legado de Miguel Ángel Blanco nos invita a que permanezcamos alertas y unidos, a que desarrollemos la fortaleza social necesaria para enfrentarnos a aquellos que quieren aniquilar nuestra forma de convivencia y nuestros derechos funda-mentales.

Miguel Ángel Blanco y todas las víctimas del terrorismo, siempre en nuestra Memoria.

Noticias de Totana

El 6 de diciembre, Totana cumple 35 ediciones corriendo el Día de la Constitución

Se celebrará del 29 de noviembre al 10 de diciembre, respectivamente

Este procedimiento afecta a los lotes números 1 y 3, referidos a las Casas del Corredor del Santiago y Casa del Ingeniero