El Ayuntamiento de Totana exige a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) la adopción de medidas urgentes para prohibir el vertido de aguas residuales urbanas o industriales en el río Guadalentín, cada cierto tiempo, a su paso por el término municipal de Totana.
El Gobierno municipal ya solicitó, tras acordarse por unanimidad en sesión plenaria, medidas extraordinarias y urgentes para regenerar el cauce del río y la adecuación de los pasos en las pedanías de Lébor y El Raiguero, que han sido destrozados y ofrecen un inminente peligro.
De forma cíclica, como hace varias décadas, vuelven a bajar, según las temporadas, las aguas contaminadas por el río Guadalentín ante la pasividad de la Administración regional, el Ayuntamiento de Lorca y la propia CHS.
El primer teniente de alcalde y concejal de Pedanías, Juan José Cánovas, señala que "produce vergüenza ajena que las inversiones y fondos recibidos desde Europa para tratar el agua residual y reutilizarla no den resultado alguno y continúen produciéndose charcas pestilentes, llenas de peligrosos mosquitos que ponen en riesgo la salud de vecinos y animales que habitan cerca del cauce del río en las pedanías totaneras de Lébor o El Raiguero".
Las zonas afectadas generan quejas de vecinos y vecinas, cuya situación es molesta y peligrosa para la salud, ganados y cultivos limítrofes con el río que se agrava lógicamente con el calor estival.