En este tiempo España se ha desarrollado y progresado como en ninguna otra etapa de su historia, a pesar de que ahora algunos cuestionen los avances en derechos y libertades.
Hemos pasado de ser ignorados a ser un país muy respetado e incluso referente para el mundo en algunos aspectos.
Fuimos de una dictadura férrea a una democracia avanzada con total normalidad.
No ha sido fácil, quienes vivimos la transición sabemos bien de lo que hablamos, pero lo hicimos y por ello debemos sentirnos orgullosos.
Hoy los españoles y las españolas tenemos derechos, libertad y una convivencia pacífica.
Disfrutamos de un estado del bienestar que, con sus defectos, funciona.
La sociedad ha cambiado, el mundo ha evolucionado.
La globalización, el conocimiento y la tecnología hacen que todo gire a una velocidad que da vértigo.
Sabemos lo que somos hoy, pero no lo que seremos mañana.
Nos enfrentamos a nuevos retos, a otras formas de relacionarnos y de convivir.
Tampoco será fácil, posiblemente, incluso más difícil.
Si conservamos los principios y los valores que inspiraron la transición y nuestra Constitución, seguiremos construyendo una sociedad más justa y solidaria.
Todo es imperfecto, nada hay perfecto, ni el sistema, ni las personas.
Lo importante es que seamos capaces de corregir, de seguir avanzando.
Ni un paso atrás, nunca permitamos que la añoranza de unos pocos nos haga retroceder o que las imperfecciones nos hagan dudar.
Adelante.
Feliz día de la Constitución Española.