El Ayuntamiento de Totana ha instado a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a través de su Dirección General de Territorio y Vivienda, al desarrollo de una estrategia de persecución de la infravivienda en la Región de Murcia.
Además, se ha pedido que se traslade a los municipios, en cualquier caso, toda información y medios al respecto que posibiliten llevar a cabo acciones desde el ámbito local destinadas a erradicar el fenómeno de infravivienda.
De hecho, el Pleno municipal aprobó el pasado mes de junio, por unanimidad y a iniciativa del Grupo Ganar Totana-IU, esta petición ante la proliferación del fenómeno de la infravivienda, cada día más presente en este municipio, en la Región de Murcia y en todo el territorio nacional.
El concepto de infravivienda se refiere a todo aquel espacio dedicado a vivienda que no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad. Actualmente, existen ejemplos legislativos en las comunidades autónomas que intentan regular la aparición del fenómeno de infravivienda, pero su marco legal suele generar problemas en la consideración de la misma, ya que se definen como tales a todos aquellos espacios que no cumplan con las condiciones exigibles de habitabilidad.
Según el acuerdo municipal, este fenómeno ha de ser perseguido desde el punto de vista social, y posteriormente encajado en un marco legislativo sobre infravivienda. Cuando hablamos de ‘infravivienda’, asociamos cognitivamente este término a espacios que bajo ningún concepto pueden ser considerados como viviendas, que, por supuesto no cumplen con las condiciones mínimas de habitabilidad, pero que son ofrecidas como tales, como locales comerciales que son alquilados y vendidos al margen de la ley, con destino de vivienda.
Los usuarios de estas infraviviendas pertenecen a los sectores más vulnerables de nuestra población, y con un acceso a rentas y oportunidades menor al del resto de la población y, en especial, es el caso de trabajadores inmigrantes, que son las principales víctimas de estas prácticas motivadas por la dificultad de acceso a una vivienda digna.
Se trata, por tanto, de perseguir las prácticas que motivan la aparición de estos espacios de infravivienda, en su mayoría insalubres y que en cualquier caso no cumplen las condiciones de una vivienda digna mediante una estrategia de persecución de las mismas, que vaya desde la actuación de campo sobre las mismas como sobre la adecuación de un marco jurídico que ahonde en evitar su aparición.