Los participantes en el VII Campo de Trabajo del yacimiento arqueológico de "Las Cabezuelas", que organiza la Asociación Kalathos y que cuenta con la colaboración de la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Totana, han finalizado hace unos días los trabajos de mantenimiento y restauración que se iniciaron el pasado mes de julio.
Estas tareas se tuvieron que aplazar por la situación excepcional en la que estuvo inmersa la ciudad de Totana con el decreto que obligó al municipio a regresar a a la Fase 1 de la desescalada flexibilizada para la contención de la pandemia del COVID-19. Las labores se han realizado con voluntarios de diversos municipios de la Región, en este caso, procedentes de Alhama de Murcia, Jumilla, Lorca, Murcia y Totana.
Una vez remitida la situación de emergencia sanitaria, se han podido culminar una serie de actuaciones encaminadas a la puesta en valor de un yacimiento importante para conocer los orígenes de Totana y la evolución histórica del municipio, que se ha de culminar con la adquisición de los terrenos por parte del Consistorio totanero para la adecuación del entorno y disfrute del patrimonio arqueológico local.
Las actuaciones llevadas a cabo se han concretado con la limpieza de las zonas ya excavadas y la restauración de diversas estructuras arqueológicas. En concreto, se ha reparado un pilar de época romana mediante el cosido de los fragmentos de uno de los prismas que lo conforman.
También se ha consolidado un suelo de lajas de yeso de la misma época, asociado al pilar anterior, y posteriormente ha sido cubierto con geotextil y grava para asegurar una mejor conservación, dada la naturaleza endeble de dicho suelo. También se han consolidado diversas estructuras murarias, tanto romanas como andalusíes, priorizando aquellas que presentan un peor estado de conservación.
Los trabajos han sido coordinados por los arqueólogos José Antonio González Guerao y Juan Antonio Ramírez Águila, y dirigidos por la restauradora Fini Monteagudo Merlos.