El pasado día 3 de julio se publicó en el Boletín Oficial de la Región de Murcia el anuncio de información pública de la solicitud de interés público para la implantación de un parque comercial junto al polígono industrial "El Saladar". No se trata de un proyecto nuevo, ya que esta iniciativa comenzó en el año 2017 generando diversas posturas contrapuestas e inquietud en nuestro tejido comercial y hostelero.
En aquel momento Ganar Totana mostró su desacuerdo con esta operación, siguiendo la senda de un modelo donde primara el interés general en un espacio donde se habían invertido muchos recursos públicos a lo largo de los años. Suponía también, y así se manifestaba desde esta formación, "un trato discriminatorio respecto a los propietarios de inmuebles ubicados dentro del polígono, los cuales con la compra de sus parcelas o con la participación en las urbanizaciones han sufragado el corte de los servicios". En esta línea se mostraba también el posicionamiento en defensa de nuestro comercio local y cómo podría repercutir un proyecto de este tipo en nuestro tejido comercial, motor económico muy importante.
Este mes de mayo se vuelve a solicitar la declaración de interés público y el actual Equipo de Gobierno del Partido Popular no informa a los grupos de la oposición sobre un tema tan importante para el futuro de nuestro polígono y del municipio. Lo más curioso es que en el año 2018 el propio PP inclinó su balanza hacia la postura de Ganar Totana e incluso presentó alegaciones al expediente de declaración del interés público. Afirmaba en aquellos años que la tramitación de este expediente se había llevado con "ocultismo y falta de transparencia" y dejaban clara su postura: "El Partido Popular no se opone a iniciativas que fomenten la actividad económica, pero entendemos que los intereses públicos deben estar por encima de los particulares y debemos evitar que se produzcan perjuicios para el polígono industrial, defender los legítimos intereses de propietarios que ya han sufragado servicios esenciales y apoyar e incentivar al pequeño comercio y la hostelería de nuestro municipio".
Desde la entrada del expediente a los servicios municipales hasta la firma del alcalde para su publicación ha transcurrido solamente un mes. Creemos que había margen temporal suficiente para haber informado de las pretensiones de relanzar este proyecto y poder haber resuelto las dudas e inquietudes que pudieran surgir. Lo que ha quedado claro es que "el alcalde del consenso" guarda en un cajón los temas que no le interesa tratar con la oposición y con los colectivos que pudieran verse afectados.