La celebración del día de San Marcos en Totana es una fiesta local de gran arraigo y de continuada tradición en nuestra localidad, y tiene lugar dentro del tiempo de celebración de la PASCUA de Resurrección.
La Pascua es la fiesta más importante dentro del calendario litúrgico cristiano, de ahí que se celebre durante 50 días, y de ahí también, que se hayan originado en muchas localidades de España -al igual que en otras muchas zonas del mundo-, tradiciones propias de este tiempo litúrgico, las cuales se han ido manteniendo a lo largo de los años, perpetuándose de generación en generación.
Y como ocurre con otras muchas festividades cristianas, la devoción popular origina la aparición de símbolos y tradiciones entorno a ellas, como ocurre también en nuestro Municipio.
Las crónicas de nuestra localidad muestran que el 25 de abril de cada año, las gentes de Totana solían interrumpir sus quehaceres habituales para celebrar la festividad de San Marcos. Y lo hacían saliendo a merendar hacia la zona del campo, siendo una de las zonas más frecuentadas, las colindantes al trazado que seguía la denominada “Vía Nueva”.
La merienda tradicional propia de ese día consiste en una torta dulce con un huevo duro, llamada en Totana: GARABAZO. Y el que la torta del día de San Marcos se complemente con un huevo, está también relacionado con el tiempo de Pascua.
El garabazo de Totana.
El garabazo es una merienda totanera, propia del día 25 de abril, que podemos decir que cuenta con “denominación de origen”.
El origen del vocablo en sí es un tanto incierto, pero en algún momento del pasado medieval, surgió al unirse el concepto de regalo a un ser querido (munus), con el del inicio de las cosechas que marcaba el día de San Marcos, y con la celebración del tiempo de Pascua.
A veces se tiende a identificar el término “garabazo” con el término “mona”, algo que no es del todo correcto. El término “mona” procede del latín “munus”, palabra que se utilizaba para designar una pasta de pan que se preparaba amasando harina, agua, azúcar y huevo. Esta torta, una vez cocinada, era ofrecida como obsequio o regalo a familiares y amigos.
En sus orígenes, la torta del garabazo solía ser amasada y elaborada artesanalmente por las amas de casa. Actualmente en muchos hogares se siguen elaborando los garabazos caseros, pero también los encontramos ese día en todas las panaderías, confiterías y pastelerías de Totana.
Sin duda alguna, el poder comerse un garabazo era, es y seguirá siendo, uno de los placeres gastronómicos vinculados a la celebración de las fiestas religiosas de nuestra localidad, al igual que ocurre con otras muchas elaboraciones de la gastronomía de Totana.
Como he indicado anteriormente, la torta para “Sanmarquear” (verbo de acuñación autóctona) lleva un huevo, y en este encontramos también un destacado simbolismo relacionado con la Pascua. Desde la antigüedad el huevo ha estado asociado con el simbolismo de la fertilidad, de la esperanza, de nueva vida y del renacer. Y a partir del cristianismo, se ha utilizado simbólicamente para representar la Resurrección de Cristo. Pero sobre este simbolismo, hablaremos con más detalle en otra ocasión.
¡¡ Feliz Sanmarqueo !!