Siete mujeres

El sábado 8 de marzo asistí al homenaje a siete mujeres totaneras, organizado por la concejalía de Igualdad y de la Mujer. Al comienzo del acto se leyó un manifiesto donde se recordaba lo que otras mujeres hicieron antes que nosotras, lo mucho que se había conseguido y lo que todavía quedaba por hacer. Después, fueron ellas siete las protagonistas.

Cada año se elije a un grupo de mujeres que destacan por cosas que parecen sencillas, pero que son fundamentales para nuestra sociedad, y que hasta hace poco no eran nada fáciles. Cosas como poder estudiar, tener un trabajo digno, ser una voz reivindicativa, participar en la vida social y cultural del pueblo, conciliar con mucho esfuerzo el trabajo con el cuidado de la familia, ser un referente de valentía ante las adversidades, ser una superviviente.

Llegaron guapas y engalanadas, se subieron al escenario, les regalaron una placa y una orquídea malva. Allí arriba recibieron el reconocimiento de Totana, representada por nuestro ayuntamiento, y el aplauso de los que asistimos. Algunas hablaron por primera vez delante de un micrófono, sobre un escenario. Todas, desde la dignidad y la sencillez, agradecieron a sus familias el amor y el apoyo que ellas habían recibido y a la vez dado. Nos emocionaron.

Entiendo que en el nombre de estas siete se homenajea a las demás mujeres, a las de antes y a las de ahora, a todas y cada una según lo que les haya tocado vivir, sin establecer podios ni clasificaciones. De una u otra manera, nos representan a todas.

Fue una celebración sencilla y digna, una hermosa fiesta. Pero uno de los partidos del ayuntamiento no asistió, supongo que disciplina de partido y coherencia ideológica obliga. Me pregunto: ¿no merecían nuestras mujeres, las que viven aquí, cada una de ellas, su acompañamiento?

Dolores Lario

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